14. Barrio de las Cuevas

Las casas cuevas son viviendas excavadas en el terreno, viviendas subterráneas, catalogadas dentro del Patrimonio Trogloditico, denominadas así porque las cuevas han sido utilizadas como moradas por los hombres durante miles de años, pero a diferencia de las primitivas viviendas estas cuentan con las comodidades de las viviendas actuales, aunque están dejando de ser utilizadas. De las 27 viviendas trogloditas existentes en Fuente-Álamo todavía están habitadas 18 de ellas.

 

En Fuente-Álamo todas las casas cuevas se localizan en el barrio conocido por el nombre de «Las Cuevas», al noreste de la población, donde la topografía y los materiales blandos, pero consistentes (margas y conglomerados sin cementar totalmente), permitieron su excavación.

 

Este tipo de vivienda se puede encontrar en diferentes puntos geográficos pero es muy habitual en el arco mediterráneo, encontrando en España una gran cantidad

 

La técnica de construcción consiste en excavar una plataforma cortando la pendiente hasta conseguir la verticalidad suficiente para formar la fachada de la vivienda, y así, al mismo tiempo se logra una explanada delante de la vivienda, que antiguamente fue utilizada como era. Esta fachada se recubrirá de piedra y yeso para reforzarla y, en ocasiones, se le construye un pequeño tejadillo para aliviar los problemas que pueden ocasionarse con los desprendimientos.

 

En el interior aparecen varias habitaciones, encontrando al entrar la de mayor tamaño, que se utilizaba como zona de estar y donde se desarrollaría la vida familiar, desde esta se accede al resto de habitaciones. La luz natural entra por varias ventanas, así como por la puerta y la chimenea. La cal era un producto que se utilizaba, tanto en el exterior como en el interior ofreciendo higiene y luminosidad. Este tipo de viviendas cuenta con una gran inercia térmica, , manteniendo una temperatura agradable, fresca en verano y cálida en invierno

 

La cueva de la negra, la más amplia, con dos portones iguales, es la unión de dos cuevas, una utilizada como bodega en la que encontramos tinajas de gran tamaño soterradas, donde se almacenaba el vino con una apertura a modo de trampilla cada una. La otra si correspondía a una vivienda con tres habitaciones, sala común, cocina y cuarto de aseo.

 

Un aspecto muy característico del barrio son las chimeneas que salpican la parte alta del cerro.