8. Antigua Ermita y Necrópolis

En este lugar se ubicaba la hoy desaparecida antigua ermita, que, según el registro de la propiedad, se trataba de una edificación de planta baja de unos 28 metros cuadrados. Fue el primer templo que se conoce en Fuente-Álamo, propiedad del Mayorazgo (persona que ostentaba la propiedad de la mayor parte de las tierras del lugar). Posteriormente el edificio fue ampliado con las viviendas colindantes que serviría como un crucero de la misma. Presidiendo la ermita, estaría la imagen de San Dionisio “El Aserrao”, propiedad del Mayorazgo, que se puede datar entre los siglos XVI o XVII al ser una imagen relicario. Según los archivos parroquiales, la imagen pasó a la iglesia tras su construcción, y los vecinos del pueblo demandaron otra imagen de cuerpo entero, ya que esta era de medio cuerpo y propiedad del Mayorazgo.

La primera referencia que hemos encontrado sobre la Ermita es en un bautizo que data del 22 de Julio de 1647. Dice lo siguiente:

 

  “En el heredamiento de la Fuente el Álamo, término y jurisdicción de la Ciudad de Chinchilla en veinte y dos del mes de Julio de mil seiscientos cuarenta y siete años, Yo Francisco de Vargas cura del Lugar de Corral Rubio y de licencia del Señor cura y Arcipreste de la Ciudad de Chinchilla. Bautize a Francisca hija de padres no conocidos, fueron sus compadres Anto Blas Perez y Doña Francisca del Castillo su mujer.”

 

 

Esta partida se encuentra en los libros de bautismos de los archivos parroquiales de Chinchilla, ya que la ermita estaba anexada a la iglesia de Chinchilla. Al ser una niña abandonada, los padrinos fueron la Mayorazga Francisca López del Castillo y Antón Pérez Blas. La niña es bautizada con el nombre de Francisca como dispuso la Mayorazga. La ermita no tenía cura propio ya que era el párroco de Corral Rubio el que se tenía que desplazar.

 

En este lugar surgió la primera Hermandad de la localidad, la Hermandad de San Dionisio Areopagita, fundada el primero de mayo de 1756 por los propios vecinos de Fuente-Álamo. La Hermandad se componía de ciento ocho hermanos pagando de entrada media libra en cera blanca para velas. Anualmente, los hermanos pagaban tres reales de vellón, que se invertía en los diferentes actos o funciones para el Santo en el día de la fiesta. Si algún hermano moría, se le ofrecía una misa a cargo de dicha hermandad.

 

Era tradición enterrar a la población en las inmediaciones de este pequeño lugar por lo tanto estamos en el primer cementerio que tuvo Fuente-Álamo.